Sacar oro de la chatarra, un reportaje sobre A3
Cristóbal Hernández viene de una familia de varias generaciones de chatarreros, y después de treinta años en el negocio, en 2006 se montó por su cuenta con una nueva empresa, A3 Aprofitament Assessorament Ambiental. Sin moverse del sector, empezó centrado en recuperar los residuos de talleres y de sectores del automóvil, y ha evolucionado “hacia el reciclaje de los materiales a los que no se dedican otras empresas de recuperación tradicionales”.
“Desarrollamos tecnologías propias para recuperar materiales que antes iban directamente a la basura”, explica. Por ejemplo, “los metales preciosos que sacamos de los catalizadores -rodio, platino y paladio- los estamos enviando a Japón a un fabricante de coches para volver a hacer catalizadores”, explica Hernández. “Hemos desarrollado un programa informático único para valorizar los catalizadores: depende del coche, la matrícula… nos dice los gramos de rodio o de platino, y calcula el precio en función de la cotización en el mercado de metales”.
Hernández empezó A3 con un servicio de recogida de las baterías de plomo, principalmente en los talleres de automóviles. Después empezó a recoger los líquidos y otros residuos de los talleres, y fue ampliando su flota hasta los 6 camiones actuales. “Damos cobertura a toda España”. A3 se encarga del servicio de mantenimiento de las baterías de repetidores de todos los operadores de telefonía. También tratan baterías de ordenadores, generadores, de coches, relojes, móviles. “En Catalunya no hay nadie más que las trate todas”, asegura, pese a que operan cientos de gestores.
A3, que se ha trasladado a una planta en Granollers de 9.000 m2, emplea a 21 personas, y en 2013 facturó cerca de 8 millones, asegura Hernández. La empresa destina “más de la mitad de los beneficios a I+D”. Con ello, sacan oro y plata, platino y cobre de los ordenadores, o de los airbags de los coches. “Se llama urban mines: para conseguir un kilo de oro en África hay que mover 70.000 toneladas de tierra. Para conseguir un kilo de oro de informática, necesitas 5 toneladas de placas electrónicas. De 2 toneladas de radiografías (que quizás ocupan 2 m3), puedes obtener 15 kilos de plata”. En Alemania o Japón lo recuperan, pero antes aquí la mayoría de este material se perdía. “Tenemos una refinería de metales preciosos y sacamos lingotes. En España sólo hay otra, en Madrid, pero nosotros todo lo obtenemos de los residuos”.
Otros ejemplos de materiales poco habituales que A3 recupera son el teflón, los televisores (“los desmontamos y valorizamos todos los componentes”) o los extintores: “cuando están caducados, se tiraban a la chatarra, y es peligroso porque explotan. Nosotros los abrimos uno a uno, los desgasificamos y recuperamos el polvo de dentro”.
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