Las baterías de los vehículos eléctricos cada vez otorgan más autonomía a los vehículos, eso es posible porque la tecnología avanza, aunque de cara al futuro lo importante van a ser las nuevas clases de baterías y, sobre todo, que sean reciclables o reutilizables. El objetivo como siempre para los fabricantes es lograr que sean pequeñas, que duren mucho y sean económicas, a esto hay que sumarle que sean limpias, fáciles de reciclar.

 

La apuesta por el coche eléctrico parece que es imparable, más aún después de las medidas gubernamentales y la tendencia internacional a implementar esta tecnología en detrimento de los derivados del petróleo. Además, administración y empresas ya están empezando a desarrollar un buen sistema de recargas para que este no sea un lastre en la implementación de esta tecnología.

 

Cuando un usuario se plantea pasarse al eléctrico debe tener presente una serie de características para saber qué clase de batería le conviene: primero la capacidad de almacenaje de energía que tenga, expresada en Wh/Kg. En segundo lugar, la potencia de la misma expresada en W/Kg. En tercer lugar, la velocidad de la recarga. En cuarto lugar, la vida útil de la batería, pues a medida que se recarga va perdiendo capacidad. En quinto y último lugar la eficiencia de carga-descarga, lo que introducimos versus la energía que realmente nos otorga.

 

Muchas empresas están invirtiendo en I+D para lograr mejorar las baterías en todos sus aspectos. Las principales son baterías que contienen diferentes clases de metales. Cabe destacar dos de ellas las de estado sólido que son como las de litio, pero el electrolito es sólido; y la aluminio-aire que tienen una capacidad superior a las de litio en una proporción 1 a 10, aunque el problema es que todavía están estudiando vías efectivas para recargarlas.

 

Hoy Tesla tiene un sistema propio de recuperación y reutilización de sus baterías, aunque llegara un momento en que habrán perdido su capacidad d acumular energía, entonces ellos mismos reciclan sus baterías para extraer sus metales y volver a fabricar nuevas, con lo que cierra el ciclo y no se extraen más minerales del subsuelo. El gran asunto es que no existe una normativa para el reciclaje de baterías de los coches eléctricos, las autoridades nacionales o europeas deberían crear un marco para asegurar que ninguna batería acabe tirada en un vertedero o el medio del bosque abandonada por su propietario.

 

Actualmente las baterías de los coches eléctricos que encontramos en el mercado son de litio. Existen diferentes variantes: el ion litio que es la más utilizada. La LifePo4 que no lleva cobalto y la hace más segura. El polímero de litio que no disponen del efecto memoria. Otro tipo de baterías son las de Ni-MH muy típicas de los híbridos por su larga longevidad, aunque no son tan eficientes.

 

Nadie tiene un ingenio mágico para predecir el futuro, pero hoy parece que en tema de movilidad de personas y mercancías nos alejamos del petróleo para entrar en la era de la electricidad.Aunque también hay detractores de este cambio energético y ponen en duda quesea una energía realmente limpia, como Sebastian Vettel, el piloto de F1 afirmó que “no creo que los coches eléctricos resuelvan todos los problemas de este mundo. En mi opinión, es la tecnología equivocada: es demasiado caro y no tan limpio como algunos quieren hacernos ver. Piensa en el problema de deshacerse de las baterías. Debido a que no apestan en su casa, la gente está contenta. Pero apestarán en otra parte”.Desde A3 no compartimos su visión, porque no hay que deshacerse de ellas, ¡hay que traerlas a A3 y nosotros nos encargaremos de reciclarlas!

 

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