1 de julio de 2018, esta fecha que cayó en domingo daba el pistoletazo de salida a que los negocios cobren por aquellas bolsas de plástico de un solo uso, no reutilizables. Cabe recordar que es una medida temporal, pues en 2021 está previsto que se prohíban completamente.

Aunque la medida no satisface al 100% a todos, pues todavía permite sustituirlas bolsas de plástico por unas biodegradables, por lo que el modelo de usar y tirar se perpetua, en lugar de incentivar la economía circular. Las organizaciones piden que se fomenten modelos de reutilización, una gran parte de la sociedad lo está asimilando y poco a poco las bolsas llamativas, publicitarias ya son visibles en nuestras calles, pero todavía queda mucho por hacer, el cambio es lento, pero imparable.

 

 

Cabe resaltar que no todas las bolsas biodegradables están fabricadas con materiales orgánicos al cien por cien, algunas contienen plástico en su composición; hay que comprobar bien qué materiales componen nuestras bolsas y en caso de desecharlas saber bien dónde deben depositarse, pues, por ejemplo, las bolsas compostadas deben ir con el material orgánico. Si mezclamos bolsas compostadas con plástico provocaremos que el plástico reciclado pierda calidad. Parece que poco a poco hemos dejado de lado las bolsas de plástico convencionales, pero no sabemos de qué materiales están compuestas las que usamos habitualmente, una asignatura pendiente para las autoridades y los ciudadanos.

 

Existen alternativas reales al plástico, investigaciones de nuevos materiales que lo puedan sustituir, pero ante todo se busca consumir menos recursos naturales y reaprovechar al máximo nuestros residuos. Desde A3 creemos en la reutilización, por eso gestionamos toda clase de residuos. ¡Únete al cambio!

 

 

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