En plena guerra a los plásticos algunas personas tratan de mejorar nuestro planeta con ideas que más que revolucionarias son una mirada al pasado para recuperar aquellas costumbres que hemos perdido y ahora se quieren recuperar porque son “ecológicas”. Una de ellas que en España se ha perdido con el tiempo es ir a buscar agua a las fuentes públicas, en lugar de comprar botellas de plástico para todas nuestras salidas de casa.
Para ello la empresa valenciana Closca ha repensado el concepto de botella para llevar, llevar en el bolso, mochila, bicicleta… es un recipiente de vidrio de borosilicato, muy resistente y poco peso, recubierto con silicona que lleva una correa para poder “engancharla” a los objetos. Además, dispone de una doble apertura para poder limpiarla en profundidad cuando lleguemos a casa. La botella no viene sola, va acompañada por una app (gratuita Apple y Android) que nos indica los puntos para rellenarla, de momento son fuentes públicas, pero irá a más; actualmente tiene ya más de 70.000 puntos en todo el mundo. También nos indica la calidad de las mismas. El objetivo es que repensemos nuestra relación con el agua y el plástico.
Todos conocemos la silicona, la encontramos en la cocina, en el baño, las ventanas… La silicona es una mezcla de elementos, el principal es el silicio. La idea del proyecto busca reducir el uso de botellas plásticas, ya que el 60% del plástico que utilizamos lo utilizamos menos de 15 minutos y sólo se reciclan un 19% de todas las botellas de agua que se consumen.
En la búsqueda de una mejor relación con el medio ambiente y lograr disminuir la contaminación de plásticos en mares y océanos, la botella de silicona se presenta como alternativa natural que aprovecha los recursos que nos brinda la naturaleza.
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